Vivir en piso compartido no es ningún chollo. Al menos no cuando te falta una televisión y un internet en condiciones. Así pues, a lo único que nos podemos dedicar los fines de semana es a salir e intentar por todos los medios posibles conocer a gente decente -lo cual no es tan fácil como parece. Hacemos cenas en casa, salimos fuera a cenar, a beber, a conocer... etc. Como diría la canción, vivimos más de noche que de día.
He aquí un video sobre nuestra no-vida diurna (que sí nocturna).